PRINCIPIOS

PRINCIPIOS

jueves, 15 de noviembre de 2012




En 1935 una mujer llamada Hawayo Takata, había ido a Japón a operarse de un tumor. Mientras se preparaba para la cirugía en el hospital empezó a comprender que la operación no era necesaria y que había otra forma de tratarse. Había sido guiada hacia Reiki. A continuación lo que ella escribió en su Diario, contado por su nieta y que reproducimos al completo por la información que contiene: 

"En mi intento de escribir en pocas palabras este ensayo sobre el arte de la curación, trataré de ser más práctica que técnica, porque lo que voy a describir no está asociado con ningún ser material ni visible, no tiene forma ni nombre.
Creo en la existencia de un Ser Supremo, el Infinito Absoluto, una fuerza dinámica que gobierna el mundo y el universo. Es un poder espiritual invisible que vibra. Hace que el resto de las fuerzas se tornen insignificantes a su lado y por ello es Absoluto.
Este poder es insondable, inmensurable, y siendo una fuerza de vida universal, es incomprensible para el hombre. Sin embargo, todos y cada uno de los seres vivos recibimos sus beneficios a diario, tanto estando despiertos como dormidos.

Diferentes profesores y maestros lo llaman el Gran Espíritu, la Fuerza de Vida Universal, o la Energía de la Vida, porque cuando se aplica vitaliza el sistema entero, también le llaman Ola de Éter, porque alivia el dolor y nos hace entrar en un estado de
profundo sopor como si estuviéramos bajo los efectos de una anestesia o bien Onda Cósmica, porque irradia sensaciones de regocijo y nos eleva a un estado de armonía.
Yo lo llamaré "Reiki", porque lo estudié bajo esa denominación. Reiki son ondas que se trasmiten de manera semejante a las ondas de radio. Se puede aplicar con éxito tanto localmente como a distancia, como la onda corta.
Reiki no es electricidad, ni radio, ni rayos X. Puede penetrar capas finas de seda, hilo, porcelana, plomo, madera o acero, porque viene del Gran Espíritu, del Infinito.
No destruye tejidos delicados ni nervios, es absolutamente inocuo y por ello un tratamiento práctico y seguro. Debido a que es una emisión universal, este tratamiento beneficia a todo ser vivo, aves, animales, como así también a los seres humanos, ya sean niños o ancianos, pobres o ricos.
Se debe aplicar y utilizar diariamente de forma preventiva. Dios nos dio este cuerpo, un lugar donde vivir y el pan de cada día.
Fuimos puestos en este mundo con algún propósito y por ello debemos estar sanos y ser felices.
Es el plan de Dios y El nos proporciona todo lo que necesitamos. Nos dio las manos para que las aplicáramos y curamos, para que conservemos la salud física y el equilibrio mental, para que nos liberemos de la ignorancia y vivamos en un mundo iluminado, para que vivamos en armonía con nosotros mismos y con los demás, para que amemos a todos los seres.
Si aplicamos estas reglas diariamente, nuestro cuerpo responderá y todo lo que queramos y deseemos conseguir en este mundo estará a nuestro alcance. Salud, felicidad, y el camino hacia la longevidad que todos buscamos. Esto es lo que yo llamo perfección.

Al ser una fuerza universal que proviene del Gran Espíritu Divino pertenece a todos aquellos que buscan y desean aprender el arte de la curación.
Reiki no conoce raza, credo ni edad. El estudiante encontrará su camino cuando esté preparado para aceptarlo. Le será mostrado. La iniciación es una ceremonia sagrada en la que se establece el contacto. Dado que tratamos con el Espíritu Divino no cabe el error ni debemos dudar. ¡Es absoluto!
Una vez establecido el primer contacto o iniciación, las manos irradian vibraciones al ponerse sobre la zona enferma, aliviando el dolor y deteniendo el sangrado de una herida abierta. Tus manos están listas y preparadas para curar enfermedades agudas y crónicas - los seres humanos - las plantas - las aves - los animales.
En los casos agudos sólo son necesarios unos minutos de aplicación. En los casos crónicos el primer paso es encontrar la causa y sus efectos.
No es necesario que el paciente se desvista completamente, pero es mejor aflojar cualquier prenda apretada para que pueda relajarse. Tumbado boca arriba en la camilla. Lo más importante es encontrar la causa de la enfermedad.
Comienza el tratamiento por los ojos, senos frontales y nasales, glándulas pituitarias. Sigue con las orejas, la garganta, la tiroides, el timo. Después trata el estómago, la vesícula biliar y el hígado, el páncreas y el plexo solar, el intestino delgado y el grueso. Luego la flexura sigmoidea, los ovarios, la vejiga, el pecho y el corazón.
Haz que el paciente se vuelva y trata la espalda, los pulmones, los nervios simpáticos, los riñones, el bazo y la próstata. Durante el tratamiento confía en tus manos. Escucha las vibraciones o la reacción. Si al paciente le duele algo, sentirás dolor en la punta de los dedos y en la palma de las manos. Lo mismo sucederá si el paciente tiene picor. Si el dolor es hondo y crónico, tú notarás latidos sordos, y si el dolor es agudo notarás palmaditas superficiales.

Tan pronto como el cuerpo responde al tratamiento, desaparece el malestar agudo, pero la causa permanece. Investiga esa causa diariamente y con cada tratamiento verás mejoría. Después de haber tratado los órganos de esta forma, yo termino el tratamiento con unos masajes rápidos de los nervios que regulan la circulación. Pongo unas gotas de aceite de sésamo o de cualquier aceite vegetal puro, coloco los dedos pulgar e índice sobre el lado izquierdo y los tres dedos restantes con la palma apoyados sobre el lado derecho de la columna vertebral, y doy masajes descendentes (de 10 a 15 toques), hacia el extremo inferior de la columna vertebral. Sólo en los casos de diabetes los toques son a la inversa. El masaje de los brazos y las piernas se
realiza en dirección al corazón.
El tratamiento explicado anteriormente se llama tratamiento básico y dura una hora o más, según las complicaciones y gravedad del caso.
Al tratar todo el cuerpo en detalle, las manos se vuelven sensibles y pueden llegar a determinar la causa de la enfermedad, así como detectar la más ligera congestión interna, ya sea física o mental, aguda o crónica. Reiki es un tratamiento estrictamente incruento y sin medicación que hará que el cuerpo vuelva a la normalidad.
En un período de cuatro días a tres semanas vemos grandes cambios en el cuerpo, todos los órganos internos y las glándulas comienzan a funcionar con mayor vigor y ritmo. Los jugos gástricos empiezan a fluir de forma normal, los nervios congestionados
se relajan, desaparecen las adherencias, el colon se activa, la materia fecal cae de las paredes intestinales y se expulsan gases.
Las toxinas acumuladas durante años se eliminan a través de los poros produciéndose una transpiración pegajosa. Aumentan las deposiciones, que son oscuras y con un olor fuerte. La diuresis también aumenta, la orina es oscura como el té cargado y otras veces se torna blanca como harina batida en agua. Esto suele durar de cuatro a seis días. Sin embargo, he tenido pacientes que reaccionaron con un solo tratamiento.
Cuando esto ocurra, comprobarás que se está produciendo una rehabilitación general de los órganos intestinales. Tras esta depuración tan completa, el cuerpo se activa, los nervios entumecidos recuperan el sentido del tacto, aumenta el apetito, el sueño
profundo se hace natural, los ojos chispean y la piel resplandece como la seda.

Al renovarse la sangre y la circulación y restablecerse los nervios y las glándulas, se puede rejuvenecer de cinco a diez años. En este momento es muy importante lo que comes. Durante los tratamientos de salud de Reiki somos vegetarianos y comemos todo
tipo de frutas de la estación.
La naturaleza nos provee con abundancia, pero no para que lo derrochemos. Comer en exceso es un pecado. Comed con moderación, y con un sentimiento de gratitud para reconocer el Gran Espíritu que es el creador, el Todopoderoso que hace que las cosas crezcan, florezcan y den frutos. Sentaos a la mesa con pensamientos agradables. No comáis nunca cuando estéis preocupados. Se debe evitar la leche, el azúcar blanco y las féculas si el paciente tiene el estomago delicado. Con la alimentación adecuada el paciente responde con más rapidez a los tratamientos."


Tomad del libro "Reiki", un recuerdo y homenaje a Takata Sensei.

 




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