PRINCIPIOS

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jueves, 7 de noviembre de 2013

Entrevista de Anita Moorjani


Hoy me gustaría compartí con todos, varios  comentarios elegidos de una entrevista
 que publica Anita Moorjani en su libro "Muero por ser yo", os aseguro que no tienen
desperdicio, maravilloso libro que os aconsejo leer.  

P: Demasiado amor propio, ¿no vuelve egoístas a las personas?

R: Una vez que entendemos que cada uno de nosotros está en el centro del universo
 infinito, nuestro centro para el Todo se vuelve más importante que cualquier cosa y 
vemos el valor de amar el ser. No podemos dar de lo que no tenemos.

En mi cultura, fui enseñada a poner a los demás primero y a mí, de última o
 simplemente, en ningún lugar. No fui enseñada a amarme a mí misma ni a valorar a 
quién y lo qué soy. Como consecuencia, tenía muy poquito que ofrecer a los demás.
 Solamente cuando llenamos nuestra copa con aprecio por nosotros mismos,
 tendremos algo que dar. Sólo cuando nos amamos incondicionalmente, aceptándonos
 como las criaturas magnificentes que somos, con gran respeto  y compasión, podremos,
algún día, ofrecerle lo mismo a alguien más. Amar nuestro ser viene de primero y amar 
a los demás es el resultado inevitable.

El egoísmo viene de muy poquito amor hacia nosotros mismos y no de demasiado; por
eso es que sentimos la necesidad de compensar, aquí, esa carencia. No hay tal cosa como
 quererse demasiado, ni tampoco eso de sentir demasiado afecto genuino por los demás. 
Nuestro mundo sufre de muy poquito amor propio y demasiado juicio, inseguridad, miedo
 y desconfianza. Si todos nos quisiéramos más, la mayoría de estos vicios desaparecerían.

Decir “te amo” cuando eres incapaz de decírtelo a ti mismo, no es más que actuar. 
No es real.  El afecto por mi ser y por el de los demás es la misma cosa. Todos nosotros
 somos Uno –todos interconectados. El ser conscientes de nuestra propia divinidad nos
puede ayudar a ver nuestra magnificencia y que somos merecedores de amor, sin condiciones.
 Una vez que lo entendamos, ofrecer lo mismo a todos los demás se vuelve más fácil.



P: Muchos que desean sanarse les gustaría saber cómo hacer estas cosas: “Tener fe en su sanación,” “Soltar y permitir la sanación” y “Acceder a su lugar de sanación.” ¿Son estas cosas  útiles para el común de las personas? La gente que desea sanar sus cuerpos debe conocer cómo ponerlas en práctica.

R: No me gusta apoyar una metodología prescrita, ni instrucciones, ni nada por el estilo, porque si lo hago, sólo estaré creando más dogmas. Se trata de liberarnos completamente de todo eso. Sin embargo, sugiero no mirar a la enfermedad o a los síntomas como “algo de lo que me tengo que deshacer”, como si fueran un enemigo. Ésta es una reacción basada en el miedo. Para mí, la aparición de esos síntomas
 es la forma cómo mi cuerpo está tratando de sanarme. Sé que si trato de eliminar la 
enfermedad con una actitud de adversario, terminaré haciendo lo opuesto, antagonizando
 con ella y sumergiéndome más profundo adentro de las creencias mentales de la enfermedad.

Esto no necesariamente significa que no acudamos al médico. Sólo me refiero a cómo veo
 la enfermedad o las manifestaciones físicas del cuerpo. La idea es no obsesionarse con esto
 y pasar los días dándole vueltas con el sólo propósito de deshacerse de la enfermedad.
 Es realmente mucho más productivo distraerse y mantenerse ocupado con actividades que
 lo estimulen de forma positiva y creativa.

Tanto como pueda, trataría de liberarme de la necesitad de que mi salud sea de cierta manera
 con el fin de encontrar felicidad. Simplemente crearía felicidad en el momento presente, como 
si ya estuviera sana. Vivir en el presente significa no cargar ningún equipaje emocional de un
 instante del tiempo al siguiente. Cada instante es único y no puede ser duplicado. Es nuestra
 elección si cargamos nuestros miedos con nosotros, manteniéndonos atrapados en la enfermedad.

No tienen que ser un gurú espiritual o algo por el estilo. Simplemente sáquenle lo mejor a cada
 minuto, viviéndolo en su totalidad, haciendo cosas que los hagan felices, aunque les quede un
 mes o 100 años de vida.



P: He oído a las personas hablar de la importancia del perdón. ¿Sintió usted que tenía mucho que perdonar en el otro reino?

R: En el estado ECM, la claridad es tan aguda que
 el concepto de perdonar tiene un significado muy diferente. Entendí que era a mí misma a quién no había perdonado,
 no a los demás. No existía un juicio negativo por nada que aparentemente hubiera hecho mal -sino que simplemente  entendí porqué lo había hecho todo.

También entendí que dentro de ese reino infinito y sin
 juicios, en realidad no existe la necesidad de perdonarme o perdonar a nadie más. Todos somos
 perfectos y exquisitos niños del universo y existimos desde el amor puro. El  Amor incondicional es
 nuestro derecho de nacimiento, en vez  del juicio o la condena y no existe nada que tengamos que
 ganarnos. Es simplemente quiénes y qué somos.

La necesidad de perdonar nace de ver las cosas como buenas o malas, pero cuando no hay juicios
 no hay nada que tengamos que perdonar. Dentro del tapiz cósmico estamos creando;  todos los pensamientos, palabras y obras son necesarios para la creación del Todo infinito y magnificente.
 Así como en el espectro de luz que mencioné anteriormente, todos los colores son necesarios
 para dar contraste y traer la vida hacia el ser. Entonces, ¿qué habría que perdonar?

En este punto, he reemplazado el perdón por la empatía, el amor incondicional y la compasión 
- por mí misma y por otros. En lugar de juzgar, creando la necesidad de perdonar, ahora sólo
 siento amor y gran respeto por los papeles multifacéticos que cada uno de nosotros jugamos
 en la creación del Todo.


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